Viajar a Japón supone fascinarse gracias a esa mezcla de tradiciones milenarias con tecnologías de última vanguardia. En pocos lugares del planeta podrás experimentar a la vez lo que significa moverte por una metrópolis futurista como Tokio, divisar las cumbres nevadas del monte Fuji desde un onsen, admirar la delicadeza de un jardín japonés en Kanazawa, escuchar las oraciones en algún templo budista de Kioto al atardecer o degustar el sushi más fresco del mundo.
En Japón puedes pasar de ciudades superpobladas a aldeas en las que todavía no están acostumbrados a la presencia de extranjeros, pero en ambos escenarios te sentirás tratado como un huésped de honor.
Hoteles cápsula, internet cafés o manga cafés
Son probablemente los alojamientos más asequibles en las grandes ciudades, ya que se contratan por horas. Son recomendables para viajar a Japón durante una estancia muy corta o por si pierdes el último tren. Son espacios muy reducidos, aunque cuentan con conexión a internet, máquinas de bebida, comida y también duchas.
Albergues juveniles, Hostel o Minshuku
De los alojamientos tradicionales son los más económicos. Los tienes con habitaciones compartidas y baños comunes, aunque por lo general son muy limpios y silenciosos. Los Minshuku son los equivalentes japoneses a los B&B (Bed and Breakfast).
Ryokan
Es el nombre con el que se conoce a los hoteles tradicionales en Japón. Los suelos son de tatami y se duerme sobre futones en el suelo. Suelen tener precios bastante elevados, pero si te lo puedes permitir deberías dormir al menos una noche en este tipo de alojamientos para disfrutar de la experiencia y de la hospitalidad japonesa. Muchos de ellos sirven comida tradicional y cuentan con un ofuro u onsen para que te relajes en agua caliente. Algunos están ubicados en emplazamientos únicos en plena naturaleza.
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Hoteles
De estilo occidental, los hay repartidos por todo el país. Puedes encontrar alojamientos de lujo y algunos familiares y más modestos. Todos suelen tener algún toque oriental principalmente por el tipo de cocina que sirven. Muchas de las grandes cadenas internacionales tienen hoteles en Japón, ya sean de lujo o precio medio. Es muy importante reservar con tiempo, especialmente en primavera.
Visado
En el caso de los viajeros españoles, podrán permanecer en el país del sol naciente tres meses como máximo.
Registro de viajeros
Antes de viajar a Japón o a cualquier otro país del extranjero, es preferible que registremos nuestros datos en el MAEC para facilitar la atención en caso de situaciones de emergencia o necesidad.
La mejor época para visitar Japón
Dependiendo de la época del año, tu Viaje a Japón puede ser completamente distinto, así que la temporada que escojas puede influir bastante en lo que hacer y lo que ver en Japón.
En verano el calor que suele hacer en las zonas más turísticas suele ser asfixiante, no obstante, en verano se celebran alguno de los festivales o matsuris más importantes de todo el país, como pueden ser el Gion Matsuri en Kioto, el Tenjin Matsuri en Osaka o el Samba Matsuri en el barrio de Asakusa de Tokio.
En invierno el clima es muy similar al de España, aunque las temperaturas suelen ser más rigurosas y no es extraño ver nevadas y temperaturas muy bajas incluso en Tokio. En la norteña Isla de Hokkaido o en los Alpes Japoneses hay muchas estaciones de esquí y el invierno es mucho más duro. Si viajas en esta época no te pierdas el Yuki Matsuri de Sapporo.
El otoño probablemente sea una de las mejores épocas del año para viajar a Japón, pues las temperaturas son muy agradables y los principales atractivos del país están menos masificados. Te maravillarás con los tonos rojizos de la naturaleza en lo que allí llaman el momiji, especialmente en lugares como Nikko, Hakone o Miyajima.
La primavera es la verdadera temporada alta en Japón por el fenómeno del hanami o la explosión de Cerezos en Flor y también por la denominada Golden Week en la que los japoneses disfrutan de unos días de asueto. Tanto la naturaleza como las grandes ciudades están repletas de pequeños pétalos de flor de cerezo que dibujan una increíble estampa por todo el país. En mayo ya no quedan demasiados cerezos en flor, pero puedes disfrutar del Sanja Matsuri de Tokio o de las mejores competiciones de sumo.
Seguridad
Japón es probablemente uno de los países más seguros del mundo. Los índices de criminalidad son muy bajos y la hospitalidad de los japoneses es legendaria. En pocos destinos en el mundo puedes vivir esa sensación, aunque como es lógico en todo momento debe imperar el sentido común.
Transporte
Japón cuenta con uno de los sistemas de transporte más avanzados del mundo, especialmente si hablamos de ferrocarriles. Lo mejor para desplazarse de una ciudad a otra es el tren, ya que cuenta con una red extraordinaria y vehículos rapidísimos (y caros) como los shinkansen o trenes bala.
Los extranjeros podemos adquirir antes del viaje los denominados JR Pass, un pase que nos permite viajar libremente en la mayoría de los medios de transporte que gestiona la compañía Japan Railways por todo Japón. Lo pueden adquirir personas sin nacionalidad japonesa y cuyo motivo de visita a Japón sea el turismo. Existen pases de 7, 14 y 21 días consecutivos. Los precios dependen de si escoges el pase verde (primera clase) o el de turista (segunda clase). Los niños de 6 a 11 años pagan la mitad y lo habitual es reservar el pase turista, ya que los trenes japoneses son excelentes.
Para moverse en Tokio u Osaka, grandes ciudades, es muy recomendable utilizar el metro. Este servicio destaca por su puntualidad y también porque cubre prácticamente todos los barrios de las metrópolis. En el área metropolitana de Tokio, por ejemplo, hay 13 líneas de metro privadas y 37 de JR. Si vas a pasar una temporada larga en Japón, es interesante comprar una tarjeta Suica o Pasmo para moverte en transporte público y hacer pequeñas compras. La primera vez que las compras pagas un depósito de 500 yenes (4 euros) y luego se pueden recargar fácilmente en las estaciones de metro.
En Kioto y en las ciudades de tamaño medio funciona muy bien los servicios de autobuses. También los taxis, ten en cuenta que son caros y probablemente necesites la dirección a la que vas en alfabeto japonés.
Qué comer en Japón
Sin duda, uno de los mayores placeres de viajar a Japón es disfrutar de su auténtica gastronomía. Verás pequeños y grandes restaurantes por doquier, generalmente especializados en un tipo de comida. Si te gusta el sushi vas a alucinar con la calidad, y probablemente te sorprendan los precios, ya que en España la comida japonesa suele ser muy cara.
Puedes comer una buena sopa de fideos, carne empanada o yakitori por unos 1.000 yen (8,6 euros). La mayoría de los restaurantes y puestos tienen los menús en kanji o alfabeto japonés, pero suelen tener réplicas de los platos que cocinan en plástico para que los puedas señalar con el dedo y te los preparen. Por lo general, las medidas higiénicas suelen ser muy buenas y la comida de muy buena calidad.
En cuanto a las bebidas, hay muchísima variedad. Por todo Japón hay repartida máquinas expendedoras o tiendas 24 horas. En un izakaya donde podrás comer un poco de todo y además beber cerveza o sake.
Dinero
Ten en cuenta que puede introducir o sacar de Japón todas las divisas que quieras, aunque si la cantidad supera el millón de yenes deberás declararlo en la aduana. Hay monedas de 1 yen, 5 yenes, 10 yenes, 50 yenes, 100 yenes y 500 yenes y billetes de 1.000, 2.000, 5.000 y 10.000 yenes.
Es muy recomendable viajar a Japón con efectivo, ya que se suele utilizar mucho (por lo general en todos los países de Asia) Nada más llegar a los aeropuertos internacionales hay oficinas de cambio de divisas o cajeros que admiten tarjetas extranjeras.
A la hora de pagar en Japón, la tarjeta de crédito es aceptada en restaurantes y establecimientos de cierto nivel, aunque por lo general se utiliza el efectivo. En los cajeros automáticos de los bancos japoneses no se aceptan las tarjetas extranjeras, aunque la situación está cambiando los últimos años. Lo más sencillo es utilizar los cajeros automáticos disponibles en las oficinas de correos de Japón o los que hay cerca de las tiendas de conveniencia. No hay costumbre de dejar propina.
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